domingo, 10 de agosto de 2008

Evo Morales Ayma: La ley del Bumerán

Al presidente boliviano se le puede aplicar esta ley. Aún se recuerda como este activista y dirigente sindical arrodilló en el pasado a la democracia de su país. Todavía el mundo recuerda como las marchas cocaleras -impulsadas por él- lograron "derrocar" a presidentes elegidos por el pueblo de Bolivia. El resultado de sus protestas, que exacerbaban los ánimos de los indígenas de su país, llevó a que su antecesor -Gonzalo Sánchez de Lozada- se haya visto obligado a renunciar por las manifestaciones hechas en su contra, y en donde la figura de Evo Morales se erigía como el artífice de tal dimisión. Después de la renuncia del mandatario boliviano este país tuvo varios presidentes interinos. Hasta que el Congreso Nacional promulgó una ley convocando elecciones, las que a la postre le dieron el triunfo al actual mandatario. El respaldo hacia Morales fue del 54%.

Hoy, después de más de 2 años en el poder, el presidente boliviano se encuentra en una encrucijada. La gobernabilidad del país se le está saliendo de las manos. Las políticas implementadas en Bolivia, por parte de Evo Morales, le han granjeado rechazo en algunos sectores del país. Fiel al estilo de presidentes de la región - como Chávez y Correa-, Morales, ha decidido reformar la constitución política de su país. Sus políticas no sólo lo han enfrentado con el pueblo boliviano, sino también con otros países, tales como Brasil y España. Éstos se han visto perjudicados por la nacionalización, que hizo el mandatario boliviano, de los hidrocarburos.

Sin lugar a dudas, el malestar que se vive al interior de Bolivia ha alcanzado la cima. Los referendos autonómicos, llevados a cabo en 4 provincias Bolivianas, han hecho mella en el gobierno de Morales. El respaldo, con el que llegó al poder, poco a poco se ha ido diluyendo. Hoy, la oposición está más fortalecida. Por lo que se augura que el mandato del presidente boliviano, conociendo los antecedentes de la nación andina, esté en riesgo.

Ante la encrucijada que se dio por los referendos autonómicos, Evo Morales se la jugó al todo o al nada. En una audaz estrategia por recuperar el control del país, convocó a un referendo revocatorio, el cual se llevará a cabo este 10 de agosto. Esta decisión del presidente boliviano busca recuperar el poder que se le está saliendo de control. De ahí, que el objetivo es el de enfrentarse directamente con sus opositores, por eso apela al respaldo popular que aún mantiene. El referendo revocatorio determinará la permanencia en sus cargos del presidente como también de los prefectos de ocho de los nueve departamentos del país.

La estrategia de Evo Morales es la de apalancar el respaldo que aún le queda, pero que como van las cosas está próximo a perderlo. Por eso la necesidad de hacer el referendo lo antes posible.

En política lo que se hace se paga. Parece ser que esta sentencia se le está cumpliendo al mandatario boliviano. Hoy, crítica a la oposición de su país por la desobediencia civil que han venido llevando a cabo. Los tilda de dictadores, usurpadores, en fin. No escatima epítetos en contra de los prefectos que abiertamente se le han enfrentado. Fácilmente, ha olvidado como en el pasado él llevó al país boliviano al filo del abismo. La inestabilidad democrática de esa nación andina estuvo en su auge, precisamente, cuando el otrora líder cocalero utilizó las masas de campesinos -cocaleros en su gran mayoría- para fustigar al gobierno de turno. Ahora siendo presidente ha iniciado el desmonte de los cultivos de coca en su país.

La situación en Bolivia está tensa. Hechos recientes, reflejan que el mandatario ha perdido el control de varios departamentos del país. Una gira que proyectaba hacer con el propósito de promover el referendo tuvo que ser abortada, debido a que se movilizaron manifestaciones en su contra. Éstas no permitieron que el presidente pudiera transitar libremente por las regiones en conflicto, es más, las noticias reportan que ni siquiera pudo salir de los aeropuertos. Inclusive, las cosas se han puesto tan difíciles para el mandatario que su aliado -mentor- Hugo Chávez tuvo que cancelar un viaje que proyectaba realizar a Bolivia con el propósito de acompañar y respaldar al mandatario boliviano. Los asesores de Evo Morales debieron haberle sugerido que la presencia del gobernante venezolano atizaría la hoguera de la discordia que se vive en estos momentos en el país andino.

La oposición de Bolivia sabe que la interferencia de Chávez en los asuntos internos va más allá de la financiación de la campaña de Evo. El mandatario venezolano no sólo ha aportado recursos para solventar los problemas económicos de Bolivia. Esta entrega de recursos por parte de Chávez, necesariamente, tienen una contraprestación. De ahí, que las reformas que se plantean hacer a la constitución boliviana buscan sentar las bases del Socialismo del Siglo XXI: Proyecto expansionista de Chávez.

La estratagema de Chávez en la región es muy clara. Su ayuda económica tiene un precio, y consiste en fundar las bases de la "revolución" que él pretende exportar por la región.

Así que, cómo los tiempos han cambiado para Evo Morales. Ha pasado de ser el fustigador de los gobiernos de turno bolivianos, para convertirse hoy, en un mandatario fustigado por unos departamentos que están llevando la oposición hasta las últimas consecuencias. El desmembramiento del país es claro. Los referendos autonómicos, inicialmente en lo económico, pueden llevar a que se pretenda algo más.

Por último, el desmoronamiento que se da en Bolivia no lo frena ni siquiera que Evo se mantenga en el poder. Las fuerzas armadas leales, por ahora, pueden sucumbir ante el poder de la oposición. Hoy, ante lo que pasa en Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina y Nicaragua; en Colombia estamos siendo invitados al derrumbe -al igual que en el pasado- de modelos anacrónicos. El cordón umbilical pegado a la placenta de Chávez, el cual pretendió crear un engendro, hoy se está quedando sin el líquido amniótico necesario para que ese feto sobreviva.

La ñapa: El pueblo colombiano debe verse en los espejos en que se han convertido estos países. Su situación, precaria en todos los campos, debe ser el motivo suficiente para rechazar a estas ideologías en nuestro país. Ha quedado demostrado que, aún con todos los recursos necesarios, estos modelos no velan por el bienestar de sus pueblos. Con las actuaciones de Chávez en la región queda confirmado que el interés general de estos modelos es mezquino. Lo único que les interesa a estos gobernantes es mantenerse en el poder.

Fuente: eltiempo.com
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