"Hay muchas dudas acerca de las intenciones ocultas detrás del referéndum revocatorio. Es oportuno advertir que el pueblo está cansado de excesos, los que quieren imponer la vieja teoría de la lucha de clases y sobre esa base, pretensiones hegemónicas suicidas, deben saber que tales corrientes no prosperan en países como el nuestro, en los que la gente quiere tener sólo la oportunidad de ganar su pan dignamente.
Hasta aquí, el debate en relación con el referéndum revocatorio ha girado en torno al componente jurídico de tal acontecimiento. Ese diálogo que no ha podido descubrir lo esencial, ha enturbiado más el ambiente nacional confuso, muy próximo a la violencia. A esta altura, la población, incluyendo a los activistas políticos, no sabe exactamente lo que sucederá y en la lógica de ese desconocimiento, teme consecuencias violentas desconocidas. Aunque la población boliviana, no es precisamente guerrera, en circunstancias extremas puede actuar perdiendo su sentido de equilibrio y tolerancia.
La pregunta que las personas no acaban de responderse claramente, se refiere a los motivos que el Gobierno tiene para insistir en el referéndum. La mayor parte de la población cree que el régimen presidido por Evo Morales debe cumplir su periodo constitucional. Considerando tal antecedente, parece redundante y muy presuntuoso, imponer la consulta popular del 10 de agosto. En el curso de tal razonamiento, no se equivocan quiénes creen que detrás de tal propósito está la tesis de la hegemonía, propugnada por corrientes importantes que forman parte del actual Gobierno..."
Fuente: opinion.com.bo
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