domingo, 6 de julio de 2008

Autonomía no es división

Se pretende mostrar a la autonomía como sinónimo de división territorial. Este es un error (quisiéramos creer que es un error) en el que han caído fuentes de información de reconocida seriedad y peso en el mundo de las noticias. Inducida por esta falsa analogía, una parte de la opinión pública internacional todavía asocia autonomía con fragmentación del país. Nada más lejos de la verdad. Autonomía es un modelo de gestión del Estado, y como tal busca el desarrollo nacional dividiendo competencias, funciones y responsabilidades, no desmembrando un país. Autonomía no es independencia. Autonomía es autogestión.
Los ideales autonomistas suelen surgir en Estados centralistas cuando éstos atienden las necesidades de unas regiones y se olvidan de otras. Ante este abandono las regiones postergadas proponen un replantemiento del modelo de gestión del Estado, que no implica ni incluye la división territorial. Como modelo de gestión estatal la autonomía otorga menos "libertades" que el federalismo a las regiones autónomas. Es decir, la autonomía está grados más abajo que el federalismo. En países federales no se habla de autonomía, no es necesario, ya la tienen. Argentina, Brasil, Venezuela y México son países federales. Incluso países tan pequeños como Suiza y Bélgica también son federales. Colombia es un Estado descentralizado, con un modelo que tiende más hacia el federalismo que hacia la autonomía.
Los Estados centralistas suelen oponerse a modelos de descentralización apelando a la propaganda fácil de tildar de secesionistas a la regiones pro-autonomía. Esta asociación no es más que eso: propaganda. Implementar un modelo autonomista implica desarticular un enorme e ineficente aparato burocrático que controla todos los recursos de un país, y que puede generar entre otros males, un sofisticado sistema de corrupción. Y es claro, los que viven de esto no quieren que las cosas cambien. Les molesta la transparencia que aporta la autonomía.
Bolivia siempre ha sido pobre y paralelamente siempre ha sido un Estado centralista. No es legítimo pensar en un cambio de modelo? Un modelo que le otorgue a cada región la responsabilidad de autogestionarse, sin división territorial?

Desde cuándo se busca la autonomía en Bolivia?
Desde hace más de un siglo. Y no sólo las regiones del oriente (llanuras selváticas) del país la proponen, también las regiones andinas. (Ver nota de BBC más abajo)
Por qué Santa Cruz se movilizó para lograr la autonomía?
Un simple ejemplo ilustra el atraso que representa un modelo centralista: el sueldo de una maestra de escuela que enseñe en cualquier punto del país sale única y exclusivamente de la ciudad de La Paz, sede de gobierno. Ejemplos como éste hay muchos en la historia de Santa Cruz: nunca el Estado se preocupó de proveer ninguno de los servicios básicos a Santa Cruz. Fueron los propios vecinos los que se organizaron para proveerse de agua, electricidad y teléfono, muy tardíamente respecto a otras regiones del país y de América del Sur.
Santa Cruz obtuvo su autonomía de forma ilegal?
En el año 2006 el Estado convocó a nivel nacional a un referendum vinculante (vinculante implica que el resultado debe ser aplicado de forma directa y obligada, sin posteriores negociaciones político-legislativas) para decidir si los habitantes querían o no un sistema autonómico para sus Departamentos (Bolivia tiene 9 Departamentos). En esa oportunidad el partido gobernante hizo campaña por el No. Sin embargo el pueblo de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija le dijo Sí a la autonomía. Pasaron 2 años y el gobierno central nunca implementó la decisión de los votantes. Por ello los departamentos donde ganó el Sí, cansados de esperar y soportar las dilaciones del gobierno convocaron a un segundo referendum (realizados entre mayo y junio del 2008) para poner a consideración del electorado la norma que regiría la autonomía previamente conquistada, confirmando de esta manera la ratificación de su elección por la autonomía. Ganó el Sí en los 4 Departamentos, con porcentajes superiores a los obtenidos en el primer referendum del 2006. Cabe acotar que otros 2 departamentos, Cochabamba y Sucre (capital de Bolivia) están actualmente siguiendo los pasos legales para convocar a referendum por autonomía.
Como puede verse el proceso por la autonomía en los 4 Departamentos se dio en un marco de legalidad y por sobre todo legitimidad: 1) El primer referendum fue convocado por el gobierno. 2) El gobierno decidió no poner en práctica el resultado del referendum (hizo campaña por el No). 3) El pueblo volvió a las urnas y ratificó su preferencia por un modelo autonomista, al aprobar el Estatuto Autonómico, la norma que fija límites y competencias a la autonomía.
En todo caso, sólo el Tribunal Constitucional puede manifestarse acerca de este proceso y dirimir entre partes enfrentadas, pero ocurre que este organismo ha sido desarticulado y descabezado por el propio gobierno, tal vez porque entre sus funciones está la de supervisar al gobierno.
Cuál es el futuro de la autonomía?
Como una conquista obtenida, la autonomía es un proceso imparable, pero el gobierno ahora busca obtener resultados favorables en el referendum revocatorio/ratificatorio del 10 de agosto. Su cálculo es que el presidente sea ratificado y los prefectos (gobernadores) sean revocados, con lo cual el gobierno reemplazaría a los prefectos opositores por prefectos afines, eliminaría la la recientemente conquistada figura de prefecto elegido por voto popular para volver al sistema anterior de prefecto designado por el presidente, y con ello espera frenar las autonomías. Sin embargo se vislumbra un panorama en el que el presidente y algunos prefectos podrían ser revocados y otros prefectos (autonomistas) podrían ser ratificados, entre ellos el de Santa Cruz. Para saber el desenlace de estos acontecimientos habrá que esperar los resultados del 10 de agosto próximo, y no se descarta (es decir, existe la sensación) de fraude en la votación, teniendo en cuenta que la principal figura de la Corte Electoral es afín a la línea partidaria del gobierno.

Vea el artículo de BBC Mundo:
Autonomías, una vieja historia

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