Evo está perdiendo el control
Evo Morales, presidente de Bolivia, amenazó hoy con llevar a tribunal militar a 5 prefectos opositores de los 9 que tiene el país, pero a los amenazados ni se les movió un pelo. "Que se atreva, a ver si tiene agallas" respondió a Evo el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas.
Y es que Evo está perdiendo totalmente el control en su batalla contra la oposición. La situación es tal que actualmente cualquier medida que tome será para peor. Hoy un grupo de masistas de un auto-aparecido "Comité Popular" llegó al palacio de gobierno solicitando a gritos que se dicte un estado de sitio en los departamentos autonomistas. Sabiamente el viceministro de justicia aclaró que el gobierno no lo decretará. Es que si lo hace faltarían cárceles para detener a quienes lo violen.
Ya la cosa se le salió totalmente de las manos en el Beni a donde Evo envió al ejército para reprimir a la población que protesta exigiendo la devolución del IDH.
Con más de 20 puntos de bloqueo de caminos, instituciones tomadas, convocatorias a referendos y elecciones regionales, enfrentamientos por todos lados y con la amenaza de toma de las plantas que abastecen de gas a Argentina y Brasil a Evo no le están quedando alternativas para contener el descontento que genera.
Ha optado por cortar el abastecimiento de gas licuado, el que se usa para cocinar, y combustibles, con el consiguiente descontento de amas de casa de toda la región y transportitas de todo tipo. Hoy muchas familias están optando por cocinar con leña. Servidores del transporte público han reducido la cantidad de unidades en servicio y han recortado el horario de funcionamiento, anunciando una parada total en los próximos días. Productores agrícolas no pueden levantar la cosecha sin combustible y tampoco sembrar.
Y mientras los precios de alimentos suben sin parar el gobierno anuncia que prevee bajar el valor del dolar, lo que empobrecerá más a la gente.
Poco a poco Evo se va quedando sin opciones para solucionar la crisis. Por supuesto que no va a escuchar la sugerencia de Brasil que le pidió "ver la realidad", es decir, reconocer la autonomía por la que 4 departamentos del país han votado 3 veces, y devolver los recursos del IDH que le pertenecen a las regiones, al desarrollo, a los niños, a los jóvenes, a la salud y a la educación.
Si hiciera esto se enfrentaría a una tremenda derrota política y sus propias bases se lo tragarían, lo que harán sin duda cuando terminen de comprender que el proyecto evista no sólo no los sacará de la pobreza sino que los hundirá más. Es que las bases de Evo dominan el comercio minorista en Bolivia, son eminentemente comerciantes capitalistas. Cuando se enteren que están apoyando a un régimen anticapitalista reaccionarán contra el amo.
Pero mientras tanto, en las regiones opositoras a la ilegal constitución masista, excluyente y teñida de sangre, el pueblo está ejecutando el mandato que le dio a sus autoridades. Y nadie puede contra eso. Evo no sólo no puede aterrizar, hoy en día se lo desconoce totalmente. Las regiones opositoras, pueblo y dirigentes ya se han cansado del seudo diálogo, show que montó el gobierno para el consumo de la media extranjera, y están llevando la autonomía por mano propia. Esto es consecuencia del referendo fraticida de revocatoria de mandato que impulsó Evo Morales el pasado 10 de agosto. El pueblo cruceño le dijo No a Evo y Sí a la autonomía. Y el mismo pueblo está cumpliendo ese mandato.
Cómo terminará esta crisis, si cualquier medida que tome Evo servirá sólo para aumentar el rechazo hacia su gobierno? Nadie lo sabe y nadie puede pronosticarlo, pero lo que sí está claro es que Evo Morales ya no es presidente de una gran parte de Bolivia.
Evo Morales, presidente de Bolivia, amenazó hoy con llevar a tribunal militar a 5 prefectos opositores de los 9 que tiene el país, pero a los amenazados ni se les movió un pelo. "Que se atreva, a ver si tiene agallas" respondió a Evo el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas.
Y es que Evo está perdiendo totalmente el control en su batalla contra la oposición. La situación es tal que actualmente cualquier medida que tome será para peor. Hoy un grupo de masistas de un auto-aparecido "Comité Popular" llegó al palacio de gobierno solicitando a gritos que se dicte un estado de sitio en los departamentos autonomistas. Sabiamente el viceministro de justicia aclaró que el gobierno no lo decretará. Es que si lo hace faltarían cárceles para detener a quienes lo violen.
Ya la cosa se le salió totalmente de las manos en el Beni a donde Evo envió al ejército para reprimir a la población que protesta exigiendo la devolución del IDH.
Con más de 20 puntos de bloqueo de caminos, instituciones tomadas, convocatorias a referendos y elecciones regionales, enfrentamientos por todos lados y con la amenaza de toma de las plantas que abastecen de gas a Argentina y Brasil a Evo no le están quedando alternativas para contener el descontento que genera.
Ha optado por cortar el abastecimiento de gas licuado, el que se usa para cocinar, y combustibles, con el consiguiente descontento de amas de casa de toda la región y transportitas de todo tipo. Hoy muchas familias están optando por cocinar con leña. Servidores del transporte público han reducido la cantidad de unidades en servicio y han recortado el horario de funcionamiento, anunciando una parada total en los próximos días. Productores agrícolas no pueden levantar la cosecha sin combustible y tampoco sembrar.
Y mientras los precios de alimentos suben sin parar el gobierno anuncia que prevee bajar el valor del dolar, lo que empobrecerá más a la gente.
Poco a poco Evo se va quedando sin opciones para solucionar la crisis. Por supuesto que no va a escuchar la sugerencia de Brasil que le pidió "ver la realidad", es decir, reconocer la autonomía por la que 4 departamentos del país han votado 3 veces, y devolver los recursos del IDH que le pertenecen a las regiones, al desarrollo, a los niños, a los jóvenes, a la salud y a la educación.
Si hiciera esto se enfrentaría a una tremenda derrota política y sus propias bases se lo tragarían, lo que harán sin duda cuando terminen de comprender que el proyecto evista no sólo no los sacará de la pobreza sino que los hundirá más. Es que las bases de Evo dominan el comercio minorista en Bolivia, son eminentemente comerciantes capitalistas. Cuando se enteren que están apoyando a un régimen anticapitalista reaccionarán contra el amo.
Pero mientras tanto, en las regiones opositoras a la ilegal constitución masista, excluyente y teñida de sangre, el pueblo está ejecutando el mandato que le dio a sus autoridades. Y nadie puede contra eso. Evo no sólo no puede aterrizar, hoy en día se lo desconoce totalmente. Las regiones opositoras, pueblo y dirigentes ya se han cansado del seudo diálogo, show que montó el gobierno para el consumo de la media extranjera, y están llevando la autonomía por mano propia. Esto es consecuencia del referendo fraticida de revocatoria de mandato que impulsó Evo Morales el pasado 10 de agosto. El pueblo cruceño le dijo No a Evo y Sí a la autonomía. Y el mismo pueblo está cumpliendo ese mandato.
Cómo terminará esta crisis, si cualquier medida que tome Evo servirá sólo para aumentar el rechazo hacia su gobierno? Nadie lo sabe y nadie puede pronosticarlo, pero lo que sí está claro es que Evo Morales ya no es presidente de una gran parte de Bolivia.
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