Al mediodía del martes 9 de septiembre continúa la represión policial militar a un grupo de jóvenes que intentaron tomar las oficinas de Impuestos Nacionales en pleno centro de Santa Cruz. Ya se cumplen 3 horas de enfrentamientos que se iniciaron a las 10 de la mañana, y todo hace creer que se extenderán durante la tarde, teniendo en cuenta que la difusión de esta noticia en los noticieros televisivos del mediodía, tienen el efecto de convocar a la población cruceña a sumarse a los jóvenes. También el gobierno ha enviado más efectivos para reforzar las fuerzas represivas. Hay varios heridos entre los jóvenes. Los gases lacrimógenos afectan a toda la población adyacente. Suenan las campanas de la catedral distante a un par de cuadras lugar del suceso.
Para entender con más presición estos enfrentamientos hay que señalar que además de una lucha entre oficialismo y opositores es una lucha entre personas de diferentes lados del país, diferentes culturas. No hay cruceños en las fuerzas policiales y militares, no son aceptados o son excluidos de las mismas. Por lo tanto todos los integrantes de la fuerza policial-militar son de origen andino mientras que los que protestan, en este caso, son de origen oriental, no andino. Por ello cuando la policía militar reprime en el oriente boliviano, se escenifica una batalla de una cultura contra la otra, las dos partes, tan distantes, de Bolivia pelean entre sí. Este es un ingrediente que tiende a agravar estos enfrentamientos. El represor reprime al que considera su enemigo, el boliviano de los llanos. El reprimido siente que es atacado por alguien venido de muy lejos. Dos culturas que habían vivido en relativa pacífica convivencia hasta la asunción al mando de Evo Morales, que se dedicó a exacerbar el odio de los occidentales hacia los orientales.
Para entender con más presición estos enfrentamientos hay que señalar que además de una lucha entre oficialismo y opositores es una lucha entre personas de diferentes lados del país, diferentes culturas. No hay cruceños en las fuerzas policiales y militares, no son aceptados o son excluidos de las mismas. Por lo tanto todos los integrantes de la fuerza policial-militar son de origen andino mientras que los que protestan, en este caso, son de origen oriental, no andino. Por ello cuando la policía militar reprime en el oriente boliviano, se escenifica una batalla de una cultura contra la otra, las dos partes, tan distantes, de Bolivia pelean entre sí. Este es un ingrediente que tiende a agravar estos enfrentamientos. El represor reprime al que considera su enemigo, el boliviano de los llanos. El reprimido siente que es atacado por alguien venido de muy lejos. Dos culturas que habían vivido en relativa pacífica convivencia hasta la asunción al mando de Evo Morales, que se dedicó a exacerbar el odio de los occidentales hacia los orientales.
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1 comentario:
Antes que nada quiero que sepas que aunque soy extranjero NO ME AGRADA VER A UNA BOLIVIA DIVIDIDA, sería algo dolorosísimo para la latinoamericanidad. No obstante entiendo que la división va por dentro y lo peor es que indirectamente ha sido promovida desde factores EXTERNOS A LA NACIÓN como USA, y quién lo llegaría a creer ¡El mismísimo gobierno venezolano! (El Libertador debe estar rebolcándose en su tumba) Así que le hago un llamado a los manifestantes para que abandonen la violencia como lenguaje político, pues, MEDIOS INMORALES NO PUEDEN DAR LUGAR A FINES INMORALES PUES LOS FINES PREEXISTEN EN LOS MEDIOS Luther King dixit. Así que si quieren protestar contra las imposiciones arbitrarias de un gobierno autoritario ¡que lo hagan! PERO DE FORMA PACÍFICA, revisen la historia de Gandhi. Y otra cosa NO SE CANSEN DE ACLARAR que su lucha es por la Autonomía y la descentralización, porque si yo llego a saber que están promoviendo algo como el Separatismo o independentismo, yo -lo que soy yo- no estaré dispuesto a apoyarlos. Creo que hay que luchar por una Bolivia Unida Democrática y Descentralizada, en donde el indio y el blanco sean uno solo.
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