miércoles, 10 de septiembre de 2008

El Ejecutivo atiza la violencia: llama a movilización

Evo Morales no apareció ayer para referirse al levantamiento popular de Santa Cruz, lo cual era esperado por todo el país. Sucede que el presidente no tiene experiencia sobre cómo manejar las crisis. Siempre se las ha ingeniado para estar fuera del país cada vez que sus medidas provocaron crisis en la población boliviana. Deja un decreto, una disposición y se va de viaje. La crisis de ayer lo tomó de sorpresa. No dio un mensaje a la nación, no llamó a la pacificación ni mucho menos entendió los sucesos como un mensaje claro de un pueblo que lo rechaza, que ya no lo reconoce definitivamente como presidente de esta parte de Bolivia. No busca la conciliación.

En vez de eso se reunió con sus movimientos sociales, gabinete, autoridades policiales y militares (totalmente politizadas) y juntos resolvieron lo que sí sabe hacer el masismo: confrontar. El Ejecutivo, a través de dos ministros, llamó a sus bases a "defender la democracia", léase a defender al presidente y a su proyecto totalitario de gobierno. En los hechos, mandó a bolivianos a enfrentarse contra bolivianos. Hay que entender que el presidente desconoce el juego de las ideas y los argumentos. Como rey indiscutible de la protesta callejera, del bloqueo de caminos, de la acción violenta como los cercos al congreso que dirigió antes y después de ser presidente no podría ocurrírsele otra medida más que la presión violenta para imponerse a sus "enemigos". Es una medida inaudita para un presidende de una nación en democracia.

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El Ejecutivo descarta estado de sitio y llama a movilización

Luego de una reunión con las organizaciones sociales, las Fuerzas Armadas y la Policía, el Gobierno reiteró ayer que no dictará estado de sitio en la capital oriental tras las tomas violentas de instituciones públicas. Advirtió que tomará acciones legales contra los grupos cívicos y llamó al pueblo a defender la democracia.

Tras el estallido de la violencia en la ciudad de Santa Cruz, el gabinete, los movimientos sociales y los altos mandos policial y militar se reunieron ayer con el presidente Evo Morales. El Ejecutivo resolvió descartar el estado de sitio, denunció un golpe "cívico-prefectural" a manos de un "pequeño grupo violento" y llamó a los bolivianos a movilizarse para defender la democracia.

Los encargados de comunicar los resultados del encuentro gubernamental con miembros de las organizaciones sociales vinculadas al MAS, jefes militares y policiales y legisladores del oficialismo fueron los ministros de Defensa, Walker San Miguel, y de Gobierno, Alfredo Rada. Mientras, en la plaza Murillo un grupo del Comité Cívico Popular (CCP), afín al masismo, exigía al Mandatario que declarase estado de sitio en Santa Cruz.

Contrariamente a lo esperado, el presidente Morales no hizo declaraciones tras los sucesos violentos ocurridos en Santa Cruz de la Sierra que implicaron la toma del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Entel, Canal 7 y oficinas del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) y el cierre de los accesos a los aeropuertos El Trompillo y Viru Viru.

Desde el Palacio de Gobierno se confirmó anoche que el Mandatario estará hoy en Cochabamba para reunirse con dirigentes sindicales nacionales.

Resguardo y provisión de carburantes

San Miguel acusó al prefecto Rubén Costas de haber instruido el "asalto" de instituciones públicas, como el INRA, para "repartirse tierras y evitar que la salud y la educación lleguen a los ciudadanos, quebrando así el principio de unidad y solidaridad tributaria de la República".

"Las Fuerza Armadas —ponderó— estuvieron presentes, y nuestro agradecimiento, porque estuvieron presentes con una gran templanza. (Debo) destacar la templanza de nuestros militares, oficiales, suboficiales y de los conscriptos, algunos con seis meses u ocho meses de formación, de rostro indígena, de rostro moreno, que fueron insultados, vilipendiados, golpeados por los fascistas, por aquellos que no reconocen la patria".

Enfatizó el mensaje dado ayer por los uniformados, quienes demostraron que "no responden a la provocación, que no han disparado ni van a disparar un arma de fuego. Que prefieran a veces no sólo dar la vida sin sufrir grandes vejámenes para demostrar al boliviano y al mundo entero que los fascistas no van a pasar".

Garantizó que el Gobierno "no va a dictar ningún estado de sitio como se está proclamando en Santa Cruz de la Sierra por estos grupos fascistas". Exhortó a la población cruceña a "mantener la serenidad" y adelantó que el Ejecutivo va a "trabajar medidas de emergencia para la distribución de hidrocarburos, alimentos y para la normalización de las actividades".

Emplazó al dirigente cívico Branko Marinkovic a "entregar a la Fiscalía la lista de sus cabecillas de sus grupos vandálico-delictivos que han ocasionado los destrozos, las quemas e incendios".

Comparó la violencia de este martes en la capital oriental con el incendio de Roma (instruido por el emperador Nerón, en el año 60 de nuestra era).

Golpe cívico-prefectural


En la conferencia de prensa, Rada dijo que grupos violentos financiados por poderes locales asaltaron entidades públicas, "que son parte del patrimonio de todos los bolivianos (…) Se trata de un atentado a la democracia, al estado de derecho y a la unidad de la patria".

Acusó a los sectores "fascistas incrustados en algunas prefecturas de la oposición" de haber comenzado "este 9 de septiembre un golpe cívico-prefectural (…) Denunciamos, por tanto, ante el país y ante la comunidad internacional, que se venía gestando con apoyo interno y externo, y que el Gobierno oportunamente denunció, aquello que venía preparándose, hoy se ha materializado en la práctica, con la más cruda violencia, con el nivel más grande de agresividad".

Morales afirmó el 4 de septiembre que la oposición "gestaba un golpe cívico-prefectural" con el objetivo de detener la puesta en vigencia de la Carta Magna aprobada el 9 de diciembre de 2007 por la Asamblea Constituyente.

Pide movilizarse


El ministro Rada acusó al prefecto Costas de "brillar por su ausencia en esta jornada de violencia" y de avalar "desde las sombras este tipo de actos".

Advirtió que llevarán a cabo todas "las acciones constitucional, legal y legítimamente permitidas para preservar la unidad del país y la democracia boliviana. Es nuestra obligación y lo haremos junto al pueblo". Y garantizó que el Ejecutivo no caerá "en las provocaciones de estos grupos fascistas".

Llamó al "pueblo boliviano a movilizarse para defender la democracia" en contra de "500 personas que saquean en Santa Cruz de la Sierra" y que no representan al millón de habitantes que tiene esa ciudad del oriente del país.

Las reacciones


"Oleada de atentados"

"Branko Marinkovic se atrevió a dirigir hoy (por ayer) una carta, que dice en una de las partes: 'Creo que los ciudadanos de Santa Cruz tenemos derecho a manifestarnos y estar en nuestra plaza de modo pacífico'. Marinkovic, que acaba de retornar hace algunas horas de Estados Unidos, lugar donde estuvo por varios días, y a su retorno desata este oleada de atentados". (Alfredo Rada)

"Hicieron un festín"

"El Ministerio Público, la Justicia debía tener hoy (ayer) detenidos en las cárceles de Santa Cruz a varios, a decenas de los que intranquilizaron a la población, de los que se llevaron computadoras, quemaron papeles e hicieron un festín, nada menos que con las empresas que acabamos de nacionalizar para beneficio del pueblo y que prestan un servicio público". (Walker San Miguel)
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