Los grupos de choque afines al Gobierno impidieron ayer que un equipo de periodistas de radio, televisión y prensa cubra los detalles de un hecho noticioso. Para ello se valieron de patadas, manotazos e insultos, pero además arrebataron una grabadora de audio y arrancaron los cables de una unidad móvil.
El hecho, que se produjo frente al penal de San Pedro en La Paz, fue, de inicio, presenciado por un contingente de policías, que luego desalojó a los reporteros a pedido de los agitadores, según relataron los comunicadores.
El incidente tuvo un desarrollo de al menos tres horas, luego de que cerca al mediodía una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ingresó al reclusorio para entrevistarse con el prefecto suspendido de Pando, Leopoldo Fernández.
En ese sector de la urbe coincidieron los periodistas y una muchedumbre que demandaba la permanencia de Fernández en el penal. Cuando la red Uno se disponía a hacer una transmisión en vivo, la turba se acercó a la periodista Melisa Ibarra.
“La confundieron con otra presentadora de noticias y la gente fue a agredirla, la empujó y arrancó los cables”, relató el periodista de Láser 98, Gabriel Román. En tanto que Ibarra contó que “estaba en la esquina, y mientras esperaba la señal para salir en vivo, me empezaron a gritar. Eran Ponchos Rojos y miembros del llamado comité popular”.
Agregó que “incluso me quitaron el micrófono y desconectaron las cámaras”, y acto seguido recibió una patada debajo de la cintura, por la espalda.
Román junto con su colega de la red Erbol, Jonathan Condori, se acercaron a la turba y también fueron agredidos mientras socorrían a Ibarra y cubrían el hecho. Los insultaron y amenazaron, y a Condori incluso lo golpearon.
El periodista explicó que su grabadora digital le fue arrebatada y que uno de los agresores le dijo que no tenía “permiso de nadie para hacer las grabaciones”.
Román agregó que el instigador “se autoidentificó como parlamentario del MAS y dijo que tenía autoridad y mucho poder. Con una fuerza de persuasión tremenda hizo que los efectivos policiales nos desalojen por lo menos 20 metros lejos de la puerta lateral del penal de San Pedro”.
Adolfo Cerrudo, sobre quien pesa una acusación formal por amenazar de muerte a periodistas, reapareció en escena y agarró a golpes al reportero Javier Alanoca, de la red ATB. María Luisa Callejas, del diario La Prensa, también estuvo a punto de ser agredida porque tomó una foto.
Los sujetos además patearon a Juan José Estrada, de Católica Televisión, y, según un reporte de la Federación de la Prensa, la violencia también afectó a Martha Zegarrundo, de radio Libertad, e impidió que Bolivisión instale su unidad móvil para hacer envíos.
Román sostuvo que “la Policía nos pidió que nos retiráramos porque supuestamente estábamos provocando”. Estos episodios se produjeron en un periodo de al menos tres horas, al cabo del cual salió la misión de la Unasur. No obstante, nadie hizo declaraciones debido al grado de hostilidad. De hecho, los Ponchos Rojos marcaron el paso de los representantes extranjeros, hasta que subieron a sus coches.
La Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia envió una carta al fiscal general, Mario Uribe, para que se dé cumplimiento a la instructiva de que los fiscales de distrito inicien investigaciones de oficio a los agresores, en este caso en La Paz. El viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, pidió a los periodistas denunciar los hechos.
“Exigimos al Gobierno del MAS identificar y pedir a esas dos personas devolver su instrumento de trabajo a nuestro compañero ”.
Red Erbol, en un pronunciamiento público.
Red Erbol, en un pronunciamiento público.
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