sábado, 18 de octubre de 2008

«No hay quien siga la lucha de octubre»

Marleny Paredes Villalba | Ex diputada, docente y coautora del libro Del gonismo al evismo
Fue diputada del Movimiento Al Socialismo. Hoy, alejada de esa tienda política, cree que seguirán abriéndose frentes de conflicto en tanto Evo Morales no cumpla las leyes. Considera que es hora de que los líderes políticos empiecen a trabajar para darle alternativas al país

Visión. Paredes presentó su libro la semana pasada. Dice que es un homenaje a los caídos en octubre de 2003

-¿Cómo surge Del gonismo al evismo?
- Fui diputada del 2002 al 2006. Tenía los elementos frescos de todo lo que pude ver en un año del Gobierno de Evo Morales. Conocedora de los pormenores de la Ley de Hidrocarburos y todo lo que empezó en octubre de 2003, daba para ver lo que se iba a desencadenar. Decidí plasmar esto en una obra en coautoría con Enrique Mariaca, que ha sido presidente de YPFB y ministro. Incialmente el libro iba a salir con el nombre de Esperanzas y desenlaces de 2003, pero viendo lo de las autonomías y todo lo que vivíamos en 2007, vimos mucha relación con lo que había sido la gestión inicial del MNR y lo que se estaba viendo con tanta represión y autoritarismo. Finalmente se llamó Del gonismo al evismo, porque recoge lo que pasó en los últimos años y ayuda a entender por qué pasa lo de hoy.

- ¿Qué relación tiene lo que vive hoy el país con lo ocurrido en 2003?
- En octubre de 2003 se develaban muchas leyes que nos estaban poniendo en desventaja con nuestros recursos naturales, todo el beneficio era para las compañías extranjeras. Entonces, en un esfuerzo de ese Congreso tan vapuleado sale la Ley 3058 de Hidrocarburos, en actual vigencia, pero no se ejecuta lo que pidió el pueblo en octubre: nacionalización de los hidrocarburos. Pese a que el Gobierno habla de nacionalización, no se concreta eso. La lucha del pueblo se quedó a un lado y los muertos de aquella época han quedado olvidados, igual que la gente que se moviliz. El Gobierno actual sólo aprovecha lo que surgió con el nombre de ‘movimientos sociales’, que no son los que salieron en octubre.

-¿Quién lideró el movimiento de 2003?
- Octubre no fue protagonizado por líderes conocidos ni por Evo Morales. Él sólo se aprovechó de un instrumento llamado movimiento social. Hoy, lo que hay es gente que agita banderas porque se les va a dar algo. Los líderes que han luchado por la guerra del gas parece que quedaron tan malogrados que no se los ha visto más. Es que el sindicalismo sano no es perenne. En cambio, hay líderes sindicales que se mantienen cinco o seis gestiones, como Evo Morales. El prorroguismo no es algo regular. Por eso, muchos ya cesaron en sus funciones y no hay quién reclame sobre las esperanzas de la lucha de octubre.

- Usted quiso impedir la elección en diciembre de 2005 por considerarla inconstitucional...
- Dentro de la política boliviana, lo típico es transgredir la ley. Se lo hizo en 2002, luego, cuando Carlos Mesa renunció de manera infantil, tuvo que asumir Rodríguez Veltzé con mucha presión. Ahí ya se ve que no interesan las normas ni la ley. Se presionó para que ni Hormando Vaca Díez ni Mario Cossío puedan asumir la Presidencia, contrario a lo que nuestras leyes dicen. Luego vino Evo, que no ha entrado por la revolución ni por presión directa de la población. Mientras no se respete la ley, vamos a vivir en caos político, y esto va traer nefastas consecuencias para la vida social y económica del país.

- ¿Dónde estuvo Evo Morales durante la convulsión de 2003?
- La dirigencia del MAS estaba apartada. A tres de sus diputados les dieron chicotazos en la plaza San Francisco. Fue un rechazo del pueblo a los masistas porque no estaban en la lucha por los hidrocarburos, ni por nada. Evo no dijo nada de tanta matanza. Había un rechazo al MAS. Cuando le dije a Evo que ése era el sentimiento de El Alto, se disgustó tanto que se las tomó conmigo como primer chivo expiatorio porque, claro, a él nunca hay que decirle nada.

- ¿Por qué el país no logra volver la paz pese a la expulsión de Sánchez de Lozada?
- Porque no se está cumpliendo la Ley de Hidrocarburos. Si Evo hubiera cumplido, no tuviéramos tanto problema sobre cómo se haría la repartición de las regalías. Goni tuvo un error que fue la capitalización. Eso de enajenar la riqueza natural tenía que reventar en cualquier momento. No fue una capitalización para el país.

- ¿Y cuál es el error de Evo?
- No hacer que se cumpla la auditoría petrolera. Para qué se hizo, si mas bien se los recontrata como que no pasa nada.

- ¿Hacia dónde va el país?
- Si los operadores del Gobierno deciden ir por una vía más democrática, las cosas se irán componiendo. Se habla de revisar el padrón electoral, que ha sido el caballito del corregidor para ganar todo lo que se ha ganado. Con un padrón en el que no haya votantes que ya no existen o que viven en el exterior hace años, estaremos ante una posibilidad democrática y el pueblo decidirá.

- ¿Qué habrá cambiado para cuando toque elegir presidente otra vez?
- Ha habido un incremento de 500.000 electores que se tiene que revisar. La población ha sufrido un desconcierto. Dada la situación de 2003, tenía esperanza en un nuevo gobierno y en ese momento no había otro líder. La situación ahora es diferente. Dos años son suficientes para saber cómo es este Gobierno. Hay descontento y muchos elementos de este escenario surgido de los diálogos están calando fuerte en la población occidental. Esperamos que el Gobierno dé lugar a que hayan nuevos protagonistas políticos. Estamos a tiempo de que se formen los líderes, tienen que empezar a trabajar para darle alternativas al país.

Perfil
Investigadora social que vivió exiliada
Marleny Paredes Villalba nació en La Paz y tiene dos hijos. Es investigadora social, con posgrado en seguridad social, medio ambiente y gestión indígena intercultural. Fue responsable del Comité de Defensa de la Democracia, liderado por Marcelo Quiroga Santa Cruz. Por sindicaciones políticas tuvo que salir del país y vivió exiliada en Suiza. En los años 80 integró la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos en Bolivia.

Fue diputada nacional entre el 2002 y 2006. Ingresó en este campo vinculada al Movimiento Al Socialismo, pero desde 2003 se separó de esta tienda política. Se define como crítica y discrepante del clasismo, racismo y totalitarismo dentro del MAS. Actualmente da cátedra y escribe artículos de opinión. Se considera una persona muy apegada a las leyes, por lo que considera que volver al MAS no es una opción. “Significaría defender lo indefendible y ser cómplice de un gobierno que no sabe respetar las leyes”, dice.
Fuente

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