El Movimiento Al Socialismo (MAS) concentra toda su fuerza política en el fortalecimiento y la unidad estructural de los movimientos sociales, y ya diseña los mecanismos para aprobar la nueva Constitución Política del Estado. Entre tanto, en la acera del frente, los miembros del Consejo Nacional Democrático (Conalde), que pregonan las autonomías, alistan la convocatoria de una reunión de emergencia para considerar la marcha hacia el modelo federalista.
Al influjo del presidente de la República, Evo Morales, el MAS concentrará, este fin de semana en Cochabamba, a toda su fuerza política organizada en base a los movimientos sociales. El objetivo de la reunión masista es afinar el plan de acción para asegurar el proceso de cambio, comenzando por la aprobación del proyecto de Constitución.
“Los movimientos sociales son los mejores referentes para analizar los resultados del referéndum revocatorio, pero además para evaluar las acciones políticas, económicas y sociales que confluyan en propuestas y acciones para acompañar las medidas profundas que tiene el Gobierno”, dijo ayer el jefe de bancada del MAS en la Cámara de Diputados, César Navarro.
El diputado masista adelantó que la unidad estructural que se pretende alcanzar en el encuentro de Cochabamba será la base para fortalecer el proceso de cambio, más allá de la presión que ejercen las regiones autonomistas, que buscan lo contrario.
Ante la negativa de un acercamiento por parte del Gobierno con propuestas concretas, como la de acceder a la devolución de los recursos por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) para hacer viable una salida a la crisis, en Santa Cruz los líderes cívicos y políticos no descartan la posibilidad de transitar por la ruta hacia el modelo federalista.
Para el presidente cívico, Branko Marinkovic, los bolivianos tienen el derecho de decidir dónde y cómo vivir sin imposición alguna, por lo tanto, no se debe cerrar las puertas a nada porque habrá que debatirlo junto a los miembros del Conalde.
Con la versión de Marinkovic coincidió ayer el secretario por Autonomía de la Prefectura cruceña, Carlos Dabdoub, que ve muy difícil un diálogo abierto y sincero con el Gobierno para revertir la crisis. “No hay que descartar una reunión de emergencia a escala del Conalde, en la que se podría tratar éste y otros temas”, dijo.
Para buscar una solución de fondo a la crisis política y social que vive el país, el presidente del Senado, Óscar Ortiz, cree que es fundamental que haya un escenario tripartito: Gobierno nacional, gobiernos departamentales y el Congreso Nacional. “El Presidente y su partido deben entender que el pueblo le ha dado una oportunidad de continuar con su gestión, pero para solucionar los problemas del país, no para profundizarlos. El proyecto de Constitución, que tiene origen en La Calancha y que se ratificó en Oruro, lo único que va a hacer es desunirnos. Por lo tanto, creo que el Presidente, que ha recibido ese apoyo ciudadano, no tiene la necesidad de ir a la confrontación sino más bien debiera ser un presidente que busque la integración y no la división”, dijo.
El líder de los campesinos del país, Isaac Ávalos, coordina desde ayer los aprestos para la reunión de Cochabamba, la misma que se realizará entre el viernes y el sábado.
Juicio al Prefecto Costas
- Proceso. El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, interpuso una querella contra el prefecto Rubén Costas y los diputados Kathia Romero, Carlos Pablo Klinsky, Andrés Gallardo y Wlifredo Áñez, todos de Podemos, que defendieron a los discapacitados en la refriega con la Policía, ocurrida el viernes.
- Delitos. Son acusados de sedición, alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado, por atribuirse los derechos del pueblo y desacato.
- Proceso. La demanda radica en la Comisión de Gobierno de la Cámara de Diputados; los acusados no han sido notificados.
- Defensa. El líder cívico, Branko Marinkovic, y el secretario por Autonomía, Carlos Dabdoub, anunciaron que el proceso no avanzará porque en el fondo lo que se ve es una intencionalidad política de amedrentamiento.
Lula le pide a Evo Morales que asuma la iniciativa para construir la paz en Bolivia
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó ayer a su homólogo de Bolivia, Evo Morales, a que, tras su ratificación en el referéndum revocatorio, tome la iniciativa de dialogar con los sectores que se oponen al Gobierno para intentar construir la paz en este país.
“Evo Morales tuvo una victoria extraordinaria en el referéndum y pienso que ahora él debe tomar la iniciativa y construir un proceso de conversación con los otros sectores para edificar la paz”, afirmó ayer Lula.
El mandatario brasileño defendió un acuerdo entre el Gobierno y la oposición en Bolivia al ser interrogado sobre el aumento de las protestas convocadas por los dirigentes autonomistas de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca.
“Yo siempre le he dicho a todos los presidentes de Sudamérica que para que exista la posibilidad de crecer, un país debe tener mucha paz. Si gastamos la energía con problemas internos, terminamos desaprovechando la fuerza positiva que podría hacer a un país desarrollarse y crecer”, afirmó Lula.
Aseguró que Brasil, como miembro de un ‘grupo de países amigos’ de Bolivia al lado de Argentina y Colombia, proseguirá sus esfuerzos por la paz en el país vecino."Brasil forma parte de un grupo de países amigos y estos tienen que hacer gestiones para que todos los sectores que están peleando hoy en Bolivia se pongan de acuerdo", afirmó. "Bolivia necesita de mucha paz para crecer y desarrollarse", insistió Lula ayer, en el estado de Fortaleza. /Efe
‘Se viene una crisis mayor’
Carlos Cordero / Politólogo
Los resultados del referéndum revocatorio nos han dicho que hay un país con dos frentes encontrados, pero a la vez con dos aspiraciones legítimas: uno con todas las condiciones para implantar sus medidas de cambios estructurales para el país y el otro, con una legítima aspiración de consolidar las autonomías.
Pero el Gobierno, que en este caso es el primer responsable de buscar acercamientos y pacificar el país interpretando esos resultados, está yendo por el camino errado y ahora sí que va a exponer a los bolivianos a una situación de crisis mayor.
Con este tipo de acciones, la población que acudió a las urnas con mucha convicción democrática ha comenzado a desencantarse no sólo del Gobierno, sino también del propio sistema democrático en el cual había cifrado sus esperanzas para encontrar una solución pacífica a la crisis.
Y lo que es peor, ahora ya se habla que por un lado alistan la aprobación de la nueva Carta Magna y, por el otro, apuntan al modelo federalista.
Si el Presidente se deja tentar y presionar con los movimientos sociales para aprobar su Constitución sin buscar el consenso previo, el país entrará en una espiral peligrosa que puede traer graves consecuencias, porque las regiones autonomistas acelerarán la toma de nuevas medidas extremas; los paros cívicos y bloqueos de carreteras son la muestra de lo que pueden hacer más adelante.
Fuente: eldeber.com.bo
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