Cochabamba / Los Tiempos .- Fracaso, tierra sin ley, insurrección, desconocimiento de cualquier autoridad oficial, justicia por mano propia son los términos que rondaban en el ambiente después de que la tercera incursión de la Policía, ayer en Sacabamba, quedara frustrada, una vez más por la furia de los pobladores que arremetieron con piedras y palos a los recién llegados, incluidos un fiscal y varios periodistas.
“No queremos su justicia”, “no confiamos en la justicia que libera a los ladrones”, fueron algunas frases en quechua con las que los comunarios despidieron a los visitantes.
Era el tercer intento de efectivos policiales para ingresar en la población de Sacabamba, cercana a Cliza, donde hace tres días fueron linchados Jorge Flores Velarde (22), Daniel Moisés Quispe (25) y David Alanes Franciscano (16) porque, al parecer, fueron sorprendidos robando peroles de bronce.
Durante todo ese tiempo, los comunarios no sólo impidieron el ingreso de cualquier autoridad que rescatara los cadáveres que teóricamente ya fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Sacabamba, sino que además expulsaron a golpes a los padres de uno de los fallecidos.
Resueltos tras esperar desde el amanecer hasta pasado el mediodía, los cerca de 25 efectivos que componían la patrulla, acompañados por el fiscal de Cliza, Nery Maldonado; personal de la División de Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba y por varios periodistas, se dirigieron hacia el poblado.
A unos 200 metros del cruce con la población de Anzaldo se encontraron con que la vía estaba bloqueada por tres grandes eucaliptos que habían sido derribados hace poco por los lugareños a golpes de hacha.
Los policías se apresuraron a retirarlos del camino y abrieron paso a la caravana.
Centinelas, con piedras
El director de la FELCC de Punata, José Camacho, se acercó con el fiscal de Cliza, Nery Óscar Maldonado, con el objetivo de tratar de explicar a los comunarios que ingresaban para recuperar los cuerpos de los linchados.
De pronto, una mujer del grupo se animó a lanzar una piedra y se oyó el estruendo de un petardo. “¡Todos a los vehículos!”, fue la repentina orden surgida de alguien que hizo que policías, camarógrafos, fotógrafos y periodistas comenzaran a regresar sobre sus pasos y correr por una vía empedrada que hacía más difícil la huida.
Cuando casi todos habían logrado subir a sus vehículos, apareció otra comitiva numerosa por un costado del cerro, eran los refuerzos que acudieron prestos al ser convocados por el sonido de los petardos.
Mientras la caravana salía del lugar, se podía observar que el primer grupo de campesinos bajaba a bloquear otra vez la ruta usando los eucaliptos y que el segundo contingente de personas crecía en número rápidamente.
La Policía falló en su tercer intento de ingresar en Sacabamba, localidad que las autoridades señalan como tierra sin ley.
La FELCC dice que la única forma de acceder al pueblo es con un intermediario del lugar.
Los cadáveres de los linchados no fueron rescatados después de cuatro días.
Fuente: laprensa.com.bo
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