Juan Carlos Urenda, constitucionalista
Existe cada vez mayor confrontación entre el gobierno de Evo Morales y cinco regiones, ¿cuál puede ser la solución a la crisis?.
Los resultados del referéndum revocatorio han sido muy importantes porque marcan con claridad la línea de las visiones opuestas. La de los departamentos del altiplano que se podrían traducir en el proyecto de Constitución del MAS, que es la visión del Estado comunitarista, racista, corporativista y donde los movimientos sociales tienen un rol preponderante en el rol de políticas públicas en todos sus niveles e inclusive privadas y al mismo tiempo el movimiento centralista irrespetuoso del Estado de derecho. Eso por un lado, porque en el otro con claridad existen unos Estatutos autonómicos que siguen vigentes y han pasado la prueba a tres referendos. En el último, el revocatorio, la pregunta era si aprueba las políticas, acciones y gestión de los prefectos y en los cuatro departamentos las políticas y gestiones fueron aprobadas con casi el 80%. representando un espaldarazo y la reafirmación sobre qué quieren en estas regiones.
¿Cuál es el camino a seguir entonces?
Nos enfrentamos a la disyuntiva y la exigencia si cumplimos un mandato e implementamos los Estatutos que ya fueron aprobados, en base al artículo 4 de la Constitución Política del Estado en el que el pueblo delibera y gobierna por medio del referendo o continuamos con el proyecto de Constitución que no lo aprobó nadie más que el MAS y no ha sido sometido a ninguna consulta. Por eso es que el primer elemento de sentarnos a la mesa de diálogo debe partir del reconocimiento del gobierno a los Estatutos Autonómicos frente a un proyecto de Constitución que no representa más que la visión del MAS.
¿Cuáles serían los temas que se deberían tratar en la conformación de un nuevo Estado?
Para comenzar deberíamos aceptar de una buena vez que el proyecto de Constitución del MAS es incompatible con los Estatutos autonómicos. Eso lo han dicho tres estudios y el Colegio Nacional de Abogados ha encontrado más de una veintena de observaciones al proyecto de constitución.
Eso significa que estamos confrontados, ¿pero cómo resolvemos esto?
Yo creo que hay que iniciar una ronda de diálogo no necesariamente frente a la prensa, en diálogo de largo aliento y yo aquí me recuerdo en un libro de Henry Kissinger (Secretario de Estado de EEUU que participó en las negociaciones de paz con Vietman en 1973) en un encuentro en París con la representante vietnamita, le preguntó en qué hotel está alojada, y ella le contestó, me he comprado una casa. El mensaje es ése, que no bastan varias horas para ponernos de acuerdo, habrá que arremangarse las mangas de la camisa y ver qué tipo de Estado queremos.
¿Cuáles serían los temas centrales?
Tendríamos que ponernos de acuerdo sobre cuatro temas. El primero es sobre el tipo de Estado que queremos, o uno comunitario o un Estado Social y democrático de derecho, el segundo sobre el diseño político institucional por si vamos a apoyar la democracia representativa o la corporativa, el tercero sobre el manejo económico del Estado, si controlará todo o dejará libertad a la iniciativa privada y el cuarto que sería la organización territorial, si nos quedamos con siete niveles o si nos quedamos con tres.
¿Qué pasa si no nos ponemos de acuerdo?
Yo creo que hasta para eso hay que dialogar, porque si no nos ponemos de acuerdo se verá que al final el diálogo sirvió para esa conclusión y a partir de ello deberíamos buscar otro tipo de Estado, uno binacional, federal que represente el sentimiento del pueblo boliviano. Pero hay que hacerlo.
Fuente: elnuevodia.info
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