Si Bolivia "va bien", según opinión del Presidente de la República, los sociólogos tratan de encontrar una explicación a las razones que hacen que miles de bolivianos continúen marchándose del país en busca de oportunidades para poder subsistir. El éxodo no para y quienes optan por irse deben pasar por una serie de peripecias, no estando libres de ser víctimas de estafadores que les ofrecen permanencia y trabajo en países tan lejanos como Rusia, para descubrir, tarde, que esas promesas eran falsas.
En las últimas horas se ha conocido que el gerente de una empresa constructora local ha desaparecido con 20 mil dólares que debía entregar a familiares de cinco personas que fueron enviadas a trabajar en Rusia. El caso ha puesto al descubierto el drama que viven centenares de bolivianos que viajaron a ese país con ofertas concretas de estadía y salarios de dos mil dólares mensuales; al arribar a su destino, descubrieron que fueron engañados. Viven ahora apiñados en un inmueble abandonado, buscando comida en los basureros, sin dinero para poder retornar a Bolivia.
Similar situación atraviesan compatriotas en todo el mundo. En España, por ejemplo, la crisis económica que afecta a ese país, especialmente en el rubro de la construcción, ha dejado en la calle a miles de bolivianos. Gran parte de ellos emprenden el viaje invirtiendo lo poco que tienen o adeudándose y no pocos son estafados por los traficantes criollos de seres humanos. Otros se verán obligados a retornar para engrosar las filas de desocupados en Bolivia.
Pese a este desalentador panorama, la migración no se detiene; arriesgándolo todo, decenas de bolivianos se van del país todos los días con la ilusión de encontrar los medios para solventar una vida digna; algunos lo logran, muchos no. Cabe preguntarse qué los impulsa a tomar tan drástica determinación, habida cuenta de las dificultades que saben encontrarán vayan donde vayan.
La respuesta es obvia y confirma que Bolivia no va bien.
Fuente: lostiempos.com
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