miércoles, 8 de octubre de 2008

El ex comandante de Cobija, Pando, dijo que FFAA no hicieron nada para evitar la matanza

Magarzo acusó a las FFAA de no ayudarlo a evitar la matanza

Pando. El ex comandante de Policía de Cobija declaró ante la Cámara de Diputados

Silvio Magarzo, ex comandante departamental de Pando, reveló ayer ante la comisión especial de la Cámara de Diputados, que investiga la matanza del 11 de septiembre en Porvenir, que solicitó apoyo de las Fuerzas Armadas para evitar el enfrentamiento, pero que no tuvo respuesta. Además, indicó que en el lugar se encontraba el senador de Unidad Nacional José Villavicencio, aunque aclaró que no lo vio ‘incitar el enfrentamiento’.

Ante los legisladores, el coronel de Policía relató durante tres horas y medias lo que vivió aquel día. En sus declaraciones explicó que el 10 de septiembre hubo una reunión en el despacho de Leopoldo Fernández, en la que participaron las máximas autoridades policiales, cívicas, políticas y militares de la región, en las que el prefecto confinado les pidió ‘neutralizar la situación ante un enfrentamiento’, que era inminente.

Según contó Magarzo, el 11 de septiembre acudió a Porvenir para evitar el enfrentamiento. Llegó antes que los campesinos y les dio alcance entre Porvenir y Tres Barracas. Ya había muerto Pedro Oshiro, y les pidió no llegar hasta Porvenir, puesto que habría enfrentamiento. No le hicieron caso. En la plaza de la población había grupos de campesinos y cívicos ya esperándolos.
Magarzo no recuerda quién empezó el tiroteo o si hubo intercambio de disparos. “No era un partido de fútbol donde uno puede ver quién marca a quién. Era un total desconcierto en medio de la balacera en la que uno no puede precisar si sólo unos dispararon o si los otros responden”, indicó.

Cuando comenzaron los disparos replegó a su tropa, que había formado dos cordones entre los campesinos y los autonomistas. Ahí, reconoce, que el temor se apoderó de sus efectivos (57) que sólo estaban con equipo antimotines. Se replegaron hacia el módulo policial y cuando se estaban poniendo a buen recaudo, asegura que fueron intimidados por un grupo de personas contrarias a los campesinos. No reconoció a nadie.

También señaló que aunque las zanjas abiertas en el camino tenían la finalidad de evitar el paso de los campesinos, éstos estaban determinados a continuar su marcha hacia Cobija.

Increpado sobre si tenía plan o fue rebasado por las circunstancias, Magarzo reconoció que había solicitado, por escrito, apoyo a las FFAA. La institución castrense no se pronunció ayer al respecto. En su opinión, el enfrentamiento estaba definido mucho antes de que se produzca, ya que los dos bandos iban decididos al choque y los policías no tenían medios para detenerlos. Consultado a quién había informado sobre esta situación, Magarzo explicó que respetó su cadena de mando y que el general de Policía, Antonio Pardo, estaba en Pando desde el 8 de septiembre.
También tenían reportes del avance de los campesinos enviado por los efectivos de las poblaciones rurales. Esto contradice al Gobierno, que indicó que nunca tuvo reportes de inteligencia sobre la posibilidad de un choque sangriento en Pando. Magarzo no descalificó a la suboficial Mirtha Sosa, que está siendo procesada por su institución por supuesta parcialidad. Aseguró que era disciplinada y que coordinó con él, como subordinada que era.

Testimonios

Graciela NN
Comuinidad Nuevo Triunfo
A mi hermano le ordenaron ir a Pando desde Villa Nueva. A su mujer le dejaron 14 kilos de arroz, dos litros de aceite, dos de azúcar más 40 pesos. A mi marido lo quería llevar el dirigente zafrero Javier Peñaranda, pero yo discutí con él y le dije que usaba a los pobres campesinos para hacerlos matar y que yo no iba a sacar nada con arroz si mataban a mi marido. Él sacaba 100 pesos para repartirle a los otros que iban. Ahora yo quiero saber dónde está.

Sandra Pora
Hija de herido
A mi padre le dijeron que tenía que ir a Cobija para reclamar sus tierras, porque los cívicos habían tomado las oficinas del INRA e iban a quemar los títulos. Lo llevó el presidente de la comunidad. Ahora pido que si mi padre está muerto, que me traigan el cuerpo para velarlo. Yo le dejo a Dios el castigo para los culpables, porque Carmen Parada y Rodrigo Medina llevaron a la gente con engaños para que los maten.

Selena Salvatierra
Esposa de Gerson Racua
Mi esposo está herido en Cobija. A él lo llevaron con engaños. No le dijeron que iba a un enfrentamiento, si no yo no lo hubiera dejado ir, porque mis hijos se quedaban sin padre y tengo uno todavía en brazos (bebé). Lo llevaron Carmen Parada, que es la dirigente de Madre de Dios, y el concejal Rodrigo Medina. No le dijeron a qué iba. Ahora quiero que ellos reflexionen, porque también tienen hijos y esposas.

Quintana adelantó caída de Fernández
Fue el 6 de agosto de este año, en el cierre de campaña del MAS para el referéndum revocatorio en Cobija. Ese día, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo ante unas 5.000 personas que debían ‘hacer como otros pueblos, deben aportar a la caída de Leopoldo Fernández’.

Según las imágenes mostradas por Unitel, el ministro dijo: “De las comunidades me dicen: ‘cada día que pasa hay un argumento más para el entierro político del prefecto de Pando’. Ustedes tienen que ayudar. Lo vamos a llevar al último lugar de la tierra para que cuando se despierte no tenga oportunidad de subir por la escalera política que lo ha llevado al poder”, dijo.

Luego añadió: “Como todo pueblo patriota, como todo pueblo generoso, le pondremos un epitafio, que en paz descanse y conviva con los gusanos. Le vamos a poner ese epitafio. Pero también compañeros, como un pueblo patriota, le invitaremos a que se convierta en el peón del prefecto de Santa Cruz y de Branko Marinkovic para que vaya a trabajar, como siempre debió hacerlo, como un peón”.

Los campesinos se organizaron en Riberalta
Una investigación del periodista beniano Jorge Melgar demuestra que los hechos del 11 de septiembre en Porvenir, comenzaron en Riberalta. En las imágenes, difundidas a través del Canal 18 y el programa ‘Macarena Producciones’, se ve cómo el 9 de septiembre, el dirigente zafrero Javier Peñaranda organizaba a la gente para enviarla a Cobija. Aseguraba que iban a un congreso campesino a exigir que Leopoldo Fernández nombre a los subprefectos elegidos por ellos, mientras desde atrás le exigían viáticos. Luego de la matanza, en Riberalta comenzaron a aparecer personas que reclamaban por sus familiares y comenzaron a identificar a una serie de dirigentes del MAR y PASO, fuerzas políticas aliadas al MAS, además de alcaldes de Villanueva, Lino Mercy Batte; Santos Mercado, Erwin Cuéllar; y San Pedro, Héctor Bravo, como los responsables de movilizaciones. Ordenaron que vayan 10 personas por comunidad campesina y les pagaron con 14 kilos de arroz, dos de azúcar y dos litros de aceite, además de dinero en efectivo.
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