Sea cual sea el resultado del referéndum revocatorio de mañana en Bolivia, Evo Morales no podrá aprobar su nueva Constitución si antes no se libra de la influencia del venezolano Hugo Chávez. Así lo mantiene Jorge Tuto Quiroga (Cochabamba, 1960), ex presidente de Bolivia (2001-2002) y líder del opositor Podemos. Para él es imprescindible que el Gobierno y los poderes autonomistas se sienten a dialogar y considera que toda medida democrática es buena para evitar que se apruebe la Constitución de Morales.
Pregunta. ¿El referéndum revocatorio va a solucionar algo o va a añadir más elementos de conflicto en Bolivia?
Respuesta. El referéndum es un paso más en la larga batalla contra un proyecto totalitario que, bajo el influjo de Chávez y siguiendo su receta, se quiere imponer con una Constitución centralista que aniquila la propiedad privada, destruye la libertad de expresión, descompone todas las instituciones para perpetuarse en el poder.
P. ¿Por qué Podemos, su partido, ha apoyado que se convoque este referéndum en medio del polémico proceso de elaboración de una nueva Constitución?
R. Lo hicimos por una decisión política. Para que no se imponga una Constitución que podía mandar a mí país, Bolivia, al fondo de un pozo por los próximos 20 o 25 años. Al situar el revocatorio en el debate político, las posibilidades de imponer el texto constitucional han menguado considerablemente. No digo que sea imposible, pero es muy difícil, pase lo que pase en los resultados del referendo.
P. ¿Pero no puede suceder lo contrario y que se acelere la aprobación del texto constitucional si Morales se siente respaldado en las urnas?
R. Es descabellado que el Gobierno piense en tratar de imponer su Constitución. Está claro que después del domingo vamos a tener que sentarnos el Gobierno, los que hemos luchado por las autonomías encabezados por los prefectos que personalizan esa aspiración y la oposición representada en el Congreso para buscar un pacto constitucional, autonómico y con inclusión social. Eso, si el Gobierno reacciona con mesura y deja de escuchar y de someterse a lo que diga Hugo Chávez.
P. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha expresado su preocupación ante la creciente violencia en Bolivia.
R. Es el clima en el que está viviendo Bolivia los dos últimos años con más de 40 fallecidos. Cuando el Gobierno usa el Estado de capricho y violenta el Estado de derecho, es muy difícil exigir el respeto y el cumplimiento de las leyes. Entiendo que la OEA tiene que hacer declaraciones de Perogrullo, sacar un comunicado con un "nos preocupa la situación". La OEA es un club de amigos de los Gobiernos. Seamos francos: es un "cuídame hoy que yo te cuidaré mañana".
P. En el referéndum de mañana no hay acuerdo, ni siquiera en cuál debe ser el porcentaje necesario de votos a favor para que el presidente o un gobernador puedan seguir en el cargo. ¿Puede haber problemas?
R. La duda está en el caso de algunos prefectos. Si el de Tarija saca, por ejemplo, el 50% a favor, alguien va a salir diciendo que debe alcanzar al menos el 54% para seguir. Yo le puedo decir a cualquier prefecto que saque más del 50% que va a seguir, porque la gente no va a tolerar que alguien con respaldo mayoritario se vaya.
P. ¿No existe el peligro de que si Morales pierde en alguna provincia, sus autoridades declaren que no reconocen su autoridad más en su territorio?
R. Morales va a perder en algunas provincias, y por amplio margen. Eso lo sabemos. Pero mucho más grave sería que esa hipótesis sucediera con la Constitución. Ahora se trata tan sólo de la continuidad o no en el cargo de funcionarios.
P. ¿Cuánto poder e influencia le atribuye al presidente de Venezuela en Bolivia?
R. Bolivia es un satélite puro, absoluto y completo del modelo chavista, y es triste decirlo. Como lo es el Gobierno de Nicaragua, como Ecuador, varios países del Caribe y como lo va a ser el Gobierno de Paraguay, lamentablemente. Éstos son los países petrocomprados y dominados. Luego están los países petrohipotecados como Argentina, y aquellos petronecesitados del Caribe que requieren de petróleo y que el señor Chávez entrega a mitad de precio o regala 5.000 barriles por aquí, 2.000 por allá. Y tiene aún a otros que son los petrointimidados.
P. ¿Y cuáles son?
R. El poder petrolero le permite al señor Chávez controlar los movimientos sociales -tales como los mapuches en Chile, los piqueteros en Argentina, el Movimiento Sin Tierra de Brasil o grupos radicales de México- para intimidar a los Gobiernos para que hagan la vista gorda ante todas las cosas que realiza, incluyendo su flagrante ayatolismo electoral de hace pocos días. Los ayatolás de Irán dicen que hay democracia, pero sólo pueden ser candidatos quienes cuentan con su bendición y aprobación. Eso es lo que hizo Chávez al inhabilitar candidatos para las elecciones regionales de noviembre. Estoy esperando, buscando y escuchando a ver qué dicen los Gobiernos de Brasil, México o Argentina, y percibo un silencio estruendoso.
P. ¿A qué cree usted que se debe ese silencio?
R. ¡Cómo pelearse con Hugo Chávez! El barril de petróleo está a 120 dólares y él regala petróleo. Maneja la OEA, controla al secretario general, es muy complicado. El poder de Chávez es tan grande, que esperar a que la comunidad internacional reaccione es como pedir peras al olmo.
Fuente: elpais.com
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