lunes, 18 de agosto de 2008

Referendum revocatorio: cavando el pozo

"... Gracias a la consolidación simultánea de los adversarios en conflicto, el referendum revocatorio ha remachado la polarización y no ha planteado nuevos elementos que ayuden a destrabar el empate catastrófico. Los factores centrales de la crisis de Estado persisten. En este panorama, es probable que el gobierno de Evo Morales -con diálogos falsos de por medio- insistirá más pronto que tarde en su estrategia suicida de imponer su modelo estatista e indigenista utilizando demagógicamente su triunfo como arma para convocar al referendum ratificatorio de su espúrea constitución política del Estado".

Amparándose en una ley tramposa y con reglas confusas, convalidadas inexplicablemente por una oposición congresal descarriada, el gobierno justificó el referendum revocatorio con el argumento de que era necesario implantar un mecanismo de profundización de la democracia que al mismo tiempo sirviera para retomar la iniciativa política ante el avance de los movimientos autonómicos. El supuesto básico, claramente planteado por el vice-presidente García Linera, era que el referendum revocatorio pondría a prueba la correlación de fuerzas territoriales del Estado inclinando la balanza a favor del gobierno y que la incertidumbre provocada por la crisis se resolvería a través del voto.

En un contexto enturbiado por el fracaso de la asamblea constituyente y de los ficticios diálogos realizados entre gobierno y oposición, se desataron fundadas dudas sobre la pertinencia del referendum revocatorio. Los resultados han confirmado que ha sido un ejercicio absolutamente fútil para afrontar el principal problema político del país: el empate catastrófico entre fuerzas políticas entrampadas en un bloqueo recíproco debido a programas e intereses contrapuestos que no generan alternativas para resolver la crisis de Estado por la vía de la negociación y los acuerdos. Esta hubiera sido la vía genuinamente democrática.

Sin embargo, el gobierno apeló precisamente al referendum revocatorio como un estratagema más para recuperar el espacio político que le permita aferrarse al objetivo estratégico de imponer su proyecto estatizante e indigenista. Por su lado, el erróneo cálculo del opositor Podemos, al sancionar la inconstitucional ley de convocatoria al referendum revocatorio, apuntaba a evitar que el partido gubernamental se lanzara precisamente a a un referendum sobre su ilegal proyecto constitucional. Dando al traste con estos cálculos, el referendum revocatorio no ha hecho otra cosa que confirmar la polarización y las graves fracturas politicas y regionales que experimenta Bolivia.

Este es un país de maravillas y ha producido el milagro de que todos perdieran y ganaran a la vez. Perdió el gobierno porque no logró derrotar a los prefectos de la Media Luna. Perdieron éstos porque Evo Morales fue ratificado. Ganó el gobierno porque, con el 67% de votos después de un cómputo todavía provisional, se siente tan fortalecido que ha sacado la apresurada conclusión de que el referendum ha legitimado masivamente su poder politico para avanzar en la línea de la "revolución democrática". La Media Luna, por su lado, ha ganado también porque los prefectos han salido reafirmados para acelerar la aplicación de los estatutos autonómicos, aprobados recientemente en cuatro referendums departamentales..

En conclusión, gracias a la consolidación simultánea de los adversarios en conflicto, el referendum revocatorio ha remachado la polarización y no ha planteado nuevos elementos que ayuden a destrabar el empate catastrófico. Los factores centrales de la crisis de Estado persisten. En este panorama, es probable que el gobierno de Evo Morales -con diálogos falsos de por medio- insistirá más pronto que tarde en su estrategia suicida de imponer su modelo estatista e indigenista utilizando demagógicamente su triunfo como arma para convocar al referendum ratificatorio de su espúrea constitución política del Estado. La cuestión de fondo permanece inalterable: si el rumbo hacia la total confrontación y desgaste recíproco puede ser contenido y desviado hacia un cauce de diálogo y acuerdo nacional. Hay demasiadas razones para ser escépticos.

Si el referendum se realizó supuestamente porque el gobierno buscaba debilitar a la oposición regional y resolver el desempate, los resultados a su favor, por más abultados que fueran, desbaratan sus pretensiones. La estrategia del MAS ha fracasado nuevamente aunque los números, considerados aisladamente, manifiesten en apariencia lo contrario. El impresionante 67% de Evo Morales no significa un avance o consolidación nacional sino regional, limitada principalmente a los departamentos andinos de La Paz, Oruro, Cochabamba y Potosí donde obtuvo en áreas rurales una votación altamente sospechosa por encima del 90%, sólo explicable por el abuso de mecanismos irregulares como el control sindical-comunal y la inducción manipulada del voto.

Se produjo igualmente un considerable aumento del voto por Evo en áreas rurales de Santa Cruz y Pando por encima del 50%. Este importante dato revela que a la fractura regional entre el oriente y el occidente del pais se agrega como factor fundamental la fractura campo-ciudad. Beneficiado por nuchas irregularidades ya detectadas en la votación, la victoria de Evo no deja de ser pírrica porque fue contrarrestada por los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija que se sostuvieron con altas votaciones muy por encima de la mayoría absoluta.
Fuente: infolatam.com
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