"Nuestros pueblos indígenas (?) han decidido sepultar políticamente al prefecto del departamento..."
"Cada hora que pasa (?) es un argumento más para cavar más profundo la tierra y enterrar al prefecto para que nunca más salga de este entierro"
"Lo vamos a llevar al prefecto del departamento de Pando al último lugar de la tierra..."
"Su infierno político nace a partir del 10 de agosto..."
"Y le pondremos un epitafio: Prefecto, que en paz descanse y conviva con los gusanos."
Estas fueron las palabras del excelentísimo señor Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana incitando al odio y a la violencia contra una autoridad democráticamente electa y ratificada, un mes antes de enviar campesinos armados a Pando lo que derivó en hechos de violencia con los que el gobierno justificó la detención y confinamiento del prefecto Leopoldo Fernández.
A su lado se ve a Chiquitín Becerra, uno de los ejecutores del plan del gobierno para generar violencia en Pando. Becerra fue el encargado de entregar armas a los campesinos pagados por el gobierno.
Estas imágenes prueban la bajeza moral del gobierno de Evo Morales. Y se ajustan perfectamente al lenguaje de odio por parte del gobierno que espone el informe de Derechos Humanos sobre Bolivia.
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