Hoy, la consigna ahora pasa por no permitir ningún acto eleccionario hasta que no exista en el término de 60 días una auditoría tanto del padrón como del registro civil, y si tenemos que llegar al recuento voto a voto y a confrontar cada uno de ellos con las actas verificando la existencia de quién está registrado a fin de establecer si cierta identidad es real, hay que hacerlo
¿Con que ahora los 2/3 sí valen Evo? ¿Cómo es eso? Antes los defenestrabas y el gobierno que presides deslegitimaba la necesidad de preservar uno de los instrumentos democráticos más valiosos para alcanzar consensos. ¿Qué pasó ahora? Está en la memoria de los bolivianos los eventos que fueron parte del proceso de aprobación ilegal de la CPE en Sucre y Oruro, donde los 2/3 no valían ni para la referencia y donde se hacía escarnio de su aplicabilidad aun a sabiendas que, su inserción en la norma, era real. ¿Cómo es que ahora sirven y son legales cuando en el pasado no lo eran? ¿O es que acaso la legalidad sólo cuenta si beneficia al gobierno?
Más allá del contrasentido que importa ese discurso, los entretelones que siguieron la realización del referéndum del pasado domingo tienen un común denominador insoslayable: por un lado, la elección tuvo serias irregularidades que muy bien pueden lindar con el fraude y a pesar de ello, los 2/3 su utilizan como propaganda dentro y fuera del país y, por otro, la ausencia de partidos políticos en el escenario nacional y la responsabilidad de que así sea, tienen nombre y apellido.
¿Qué lecciones debemos aprender del resultado de la justa? Estaba cantado que Evo y Álvaro García no iban a ser revocados. No sólo una ley a su favor sino un voto duro los colocaba entre un 40 a 45% y eso era legítimo e innegable. Con excepción de Pepelucho que debía obtener algo más de 62%, era presumible la ratificación de todos los prefectos. En Cochabamba, la votación de Manfred Reyes Villa bordeaba en encuestas algo así como un 53,70%, que contrasta con el 35% que le asignaron. Uno de los prefectos más eficientes en términos de gestión, fue revocado por un porcentaje que ni en su peor momento alcanzaba. ¿Fraude? Situaciones análogas se presentaron en otros lugares. En regiones donde Evo tenía serios problemas, termina ganando y con votación que nadie sabe de dónde salió. En cambio, lo que los muchachos del MAS sí saben es que hay indicios de que el fraude estaba montado y pensado para el referéndum por la CPE (que espera la ayuda diligente de Podemos) con la perspectiva de alcanzar hasta un 80% irrefutable para que ese mamotreto no merezca discusión. Cuando el ala mirista de Podemos gestionó la aprobación del revocatorio, la estructura para el fraude estaba ya armada.
Evo va a las urnas con un país agobiado por su crisis económica, con problemas sociales muy severos, con más muertos, con doble carnetización comprobada documentalmente, con paros y huelgas y con el siguiente escenario: todas las provincias del país sin control en mesa de sufragio de ningún partido político, esto es, sin la presencia indispensable de referentes políticos alternos al MAS que, en definitiva, son los que ejercen control electoral hasta en el punto más lejano de una provincia. Resultado: Evo tenía gente en todas ellas y sin quién controle sus actos, lo que nos lleva a un hecho irrefutable: la dirigencia política nacional es tan responsable del resultado del domingo, como los que montaron el fraude.
Y es que había gente depurada días antes al 10 que yo conozco, como Flora María Mancilla o personas como Bárbara Albornoz a quien también conozco, que cuando fue a votar, alguien ya lo había hecho por ella. Peor aun, gente que se dio el trabajo de salir de su tumba, tomar conciencia en el mundo de los mortales y votar por Evo porque creía que él era el único que podía garantizar su sueño eterno. ¿No es eso fraude? ¿En qué país del mundo se permite que voten muertos, que hayan dobles identidades, que se trasladen personas para el voto de recinto a recinto, que haya propaganda electoral el día de la justa o como los rumores dicen, que con antelación hayan existido actas llenadas e infladas? La OEA en su informe final ya anotó irregularidades y por supuesto que los autores del fraude no imaginaron que las cosas a veces fallan. ¡Se disparó el sistema y días atrás no sabían cómo evitar siga subiendo el porcentaje! Había entonces que bajarlo para que aquel sea algo creíble y ahí bien valía hacer caer la señal del sito web de la CNE. Es que voltear la base de datos del registro civil versus el padrón electoral, es parte de un maquiavélico plan para tomar Bolivia, controlar a sus habitantes e imponer un nuevo modelo colonizador: el socialismo del siglo XXI con visión indianista. Los cómplices: los vocales de corte que deben ser investigados por administrar una elección con indicios de fraude. Los autores: son de ambos bandos y Ud. ya los conoce.
Hoy, la consigna ahora pasa por no permitir ningún acto eleccionario hasta que no exista en el término de 60 días una auditoría tanto del padrón como del registro civil, y si tenemos que llegar al recuento voto a voto y a confrontar cada uno de ellos con las actas verificando la existencia de quién está registrado a fin de establecer si cierta identidad es real, hay que hacerlo. Y si a eso no se suma la imperiosa necesidad de contar con partidos políticos con presencia nacional, el mal seguirá siendo el mismo.
Mientras tanto, no pierda la esperanza, la libertad no tiene precio, héroes ni mártires. La libertad está en cada uno de nosotros y debemos saber utilizarla.
Fuente: lostiempos.com
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