Los resultados de la consulta han delimitado qué zonas son pro-gubermamentales y cuáles, por el contrario, apuestan por la reforma democratizadora. Centralizar el poder no ha sido ni será la solución. No defendemos esta tesis desde un punto de vista sólo ideológico, sino práctico también. Las decisiones políticas se tienen que tomar desde instituciones cercanas a los ciudadanos, nunca desde remotos centros de poder, dominados por una burocracia escasamente responsable de sus propias acciones.
Si Morales sigue apostando por la Constitución indígena, no respetará la opinión de un porcentaje mayoritario de la población. Gobernará, entonces, para una minoría. ¿Es democrático? No. Es puro despotismo pseudoilustrado.
El dirigente aymara ha apelado tras la victoria a la necesidad de unidad y de diálogo con la oposición. No es que desconfiemos de su palabra aunque razones nos ha dado para ello durante estos tres últimos años. El hecho de que junto a los conceptos de diálogo y unidad haya colocado otros como nacionalizar, hace que el recelo y la precaución, defina nuestro sentir. Además, habrá que ver cómo reaccionan sus "socios ideológicos" Chávez, Ortega y Correa, que lecciones extraen y qué consejos le ofertan.
Se abren interrogantes de cara al futuro. La oposición apuesta decididamente por la libertad frente al totalitarismo. Es un mensaje refrescante y hace que nuestra fe en los políticos como Costas, Cossio, Cuellar o Suárez se mantenga inquebrantable. Los vemos como defensores e impulsores de un mensaje de democracia, de respeto, de tolerancia, de responsabilidad…un mensaje liberal en definitiva, que deseamos se extienda a otros lugares de América Latina.
Fuente: eldiarioexterior.com
Ver nota:
El referendo constata la incertidumbre en Bolivia
Chapare, un reino de sangre y cocaina
Hace 5 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario